lunes, 27 de agosto de 2012

La hirsuta barba del Sionismo

   
Si me piden que dibuje el Sionismo me vería en serios apuros: Por una parte me costaría dar con EL dibujo que resuma lo que entiendo por Sionismo y por otro lado, me sería muy dificil -dadas mis incapacidades artísticas- de dibujar lo que entiendo por Sionismo.
    Si me piden que dibuje el Sionismo, me tendría que armar de paciencia para dibujar un rostro con barba ¡Así de simple!
   Para mi el Sionismo tiene rostro y ese rostro tiene una hirsuta barba negra.  Para mi, el Sionismo en imágen es sinónimo de Theodoro Herzl, aquel periodista húngaro que por cubrir el caso Dreyfuss se empapó de un extraño sentido de pertenencia que degeneró en lo que conocemos como el brazo político del Sionismo.
   Herzl siempre supo que la propaganda era un factor de suma relevancia en lo que a propagación de ideas respecta y por lo mismo se dedicó a pulir su pulcra y reconocible imágen en pos de que esta sea finalmente identificada como un sinónimo del Sionismo Político, pues una imágen vale más que mil palabras y un rostro con barba puede decirnos lo mismo que un folleto explicativo de tal o cual tendencia.
   El trabajo de marketing de Herzl fue notable: Hizo de si mismo un rostro de campaña y LA campaña misma, que aunque puede arrojar ciertos atisbos de soberbia, creo que dentro de todo se trata de una genialidad; de la capacidad de vender una ideología a través de la mera imágen del ideólogo detrás de ella.